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Día Internacional de Acción contra la Migraña
El 12 de septiembre se celebra el Día Internacional de Acción contra la Migraña cuyo objetivo es informar y dar visibilidad a esta patología, ya que uno de los problemas principales además de su capacidad incapacitante a quien la padece, es el propio desconocimiento de la propia enfermedad. La prevalencia de la migraña en España está en torno al 13%, y las cifras se mantienen estables desde hace décadas. Aproximadamente 1/3 tienen migraña crónica, de los que, por cada hombre diagnosticado, hay 5 mujeres. El dolor de cabeza, sobre todo cuando es frecuente e intenso, impide el desarrollo de las actividades profesionales, sociales y familiares, reduce enormemente la calidad de vida y tiene un elevado coste para el sistema sanitario y la sociedad. Las cefaleas y, con especial relevancia, la migraña causa incapacidad en prácticamente un 50% de las personas que las padecen, provocando un elevado índice de absentismo laboral.

La migraña
La migraña o jaqueca es una enfermedad crónica, de causa desconocida que se manifiesta por crisis o ataques repetitivos de intensos dolores de cabeza. Aunque se piensa que están causadas por la dilatación de los vasos sanguíneos de la cabeza, que estimulan las terminaciones nerviosas que ocasionan el dolor. Estas dilataciones provocan un dolor palpitante intenso, normalmente sobre un lado de la cabeza. Suelen asociarse además a una serie de síntomas como náuseas o vómitos, hipersensibilidad a la luz (fotofobia), hipersensibilidad al ruido (fonofobia), fatiga, dificultad para concentrarse, rigidez de cuello,
bostezos, palidez, lagrimeo, enrojecimiento del ojo en el lado afectado, congestión o secreción nasal en el lado afectado y empeoramiento con la actividad física.

La migraña normalmente comienza antes de los 40 años y se pueden diferenciar dos tipos. Las migrañas comunes o sin aura que representan el 80%. En ellas el dolor de cabeza comienza unilateralmente pero después se expande a toda la cabeza. El dolor es «palpitante» de intensidad moderada-intensa y que empeoran con el movimiento. Los episodios pueden durar entre 4 y 72 horas. Por otro lado, las migrañas clásicas comienzan con un aura o «aviso» que puede ocurrir desde varias horas a 2 días antes del inicio del dolor de cabeza y dura menos de 60 minutos, dejando paso al propio dolor de cabeza. El aura visual es muy común en la migraña y suele presentarse normalmente con un área de pérdida visual o la presencia de brillos en zig-zag.

Factores de riesgo desencadenantes
– ≥ 10 días de cefalea al mes.
– Estrés, tensión emocional, angustia, conflictos.
– Trastornos del sueño (insomnio y apneas de sueño).
– Obesidad.
– Hereditarios.
– Genéticos.
– Hormonales (menstruación).
– Depresión.
– Ansiedad.
– Abuso de analgésicos.

Factores relativos al estilo de vida y la alimentación
– Consumo de alimentos ricos en tiramina: aguacate, caviar y sucedáneos, chocolate, embutidos, extracto de levadura, habas, hígado, higos secos, pescado seco y en escabeche, plátanos, quesos curados y semicurados, café, cerveza, vino rosado y tinto.
– El alcohol y la cafeína (en cantidades elevadas) pueden actuar como desencadenantes.
– Hidratación insuficiente.
– Algunos fármacos han sido relacionados con el desencadenamiento de crisis de migraña.

Factores ambientales
– Cambios bruscos de la presión atmosférica, como cuando cae justo antes de una tormenta.
– Los estudios apuntan a que vivir en altitudes elevadas aumenta no sólo la prevalencia de migraña, sino también la gravedad de sus síntomas; sin embargo, a partir de los 2.500 de altitud esta tendencia se estabiliza e incluso disminuye levemente.

Tratamiento
Por su parte, el objetivo del tratamiento de la migraña es conseguir que el paciente pueda continuar sus actividades con normalidad y mejorar así su calidad de vida. El tratamiento se basa en tres pilares fundamentales: la identificación y, si es posible, supresión o modificación de los factores desencadenantes de la cefalea; el control de los síntomas y de la discapacidad, reduciendo la intensidad y acortando la duración de las crisis; y la prevención de la recurrencia de las crisis.

Las cefaleas requieren de un diagnóstico médico y un tratamiento muy preciso. Una vez establecido el diagnóstico médico y el tratamiento paliativo (y, si procede, el preventivo), es muy importante trasladar al paciente una serie de recomendaciones sencillas, pero muy relevantes, ya que la prevención se considera más importante que el propio tratamiento y gracias a dichas recomendaciones se puede mitigar el 90% de las migrañas.

Recomendaciones generales para la prevención.
– Llevar una vida lo más regular posible (horarios de comida y sueños).
– Cuidar la alimentación: evitar el café, alcohol y alimentos ricos en tiramina.
– Mantener una adecuada hidratación.
– Evitar el estrés.
– Hacer ejercicio físico moderado diariamente.
– Evitar el abuso de medicamentos automedicados.
– Evitar el tabaco.
– Evitar lugares ruidosos, con luz intensa, con humo u olores fuertes.

Recomendaciones para el tratamiento no farmacológico de la migraña.
– Mantenernos en reposo, sin ruidos y en un lugar oscuro.
– Aplicar unas compresas alternando agua fría y tibia en la frente y base del cuello.
– Darse un baño de agua tibia y realizar masajes en la cabeza.